lunes, 10 de mayo de 2010

En calles como esta


Aceras, farolas, portales, comercios y vecinos que se saludan con cortesía. Podría ser una calle más de nuestra ciudad, si no fuera porque esta travesía de unos 50 números alberga gran parte del negocio de la droga de la capital madrileña.

Este “negocio”, más conocido como “Las cundas”, o transportistas de la droga, consiste en varias personas apostadas en la esquina de la calle esperan a los clientes, a los que proporcionan un medio de transporte seguro, con el que ir a las afueras de Madrid donde se encuentra el material, a cambio de un poco del mismo.

El proceso es bastante curioso, pues en ningún momento es solo una persona el que va en el coche, sino que suelen ser dos, un conductor, que aporta el vehículo, y un “enlace” que se encarga de captar a los clientes para dar el porte.

Por raro que parezca la calle no suele tener problemas de drogas ni delincuencia, ya que es un punto clave de transporte de clientes y no quieren que la zona se vuelva conflictiva. Salvo algún que otro grito de vez en cuando, es una zona bastante segura.

Las fuerzas del orden, por su parte, suelen apostar un coche de policía, con bastante asiduidad, en la esquina de esta calle, aunque lo único que consiguen es que “las cundas” se muevan calle arriba, o abajo. Las autoridades también le piden la documentación a los implicados en este “negocio” y efectúan registros a los coches, pero no suelen sacar nada, ya que este es el punto de recogida, pero no el de llegada.

Detrás de todo este “tinglado” se esconden muchas historias desgarradoras de gente unida en mayor o menor medida al mundo de la droga. No todos los que encuentras en esta calle están aquí para acceder a un poco de droga, sino que también hay quien ha encontrado en este negocio, una manera de llegar a fin de mes, o incluso, una salida a la crisis.

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